miércoles, 15 de octubre de 2008

Reactable: enterevista con Sergi Jordá.

Por: Mariano Lugari.
Fotogrfía: Chema LLanos.

¿Te has sentado con calma y solo a tocar al Reactable? Sí, pero mucho menos de lo que quisiera… lo cual es un contrasentido, porque creamos esto para hacer música, pero cada vez tenemos menos tiempo para hacerlo. Me gustaría poder practicar mucho más y dedicarle más horas, con calma, pero me temo que se me está haciendo muy difícil en este momento.

¿Y cuando te queda algún rato libre te pasas por la tabla o tampoco? Como te decía, ‘ratos libres’ no me quedan. De hecho, aquí en el Institut se ha vuelto un trabajo y cuando surgen conciertos, por decir para mañana, la cuestión se vuelve muy estresante. Cuando está claro que esta no es la situación ideal: a mí me gustaría sentarme y disfrutarla. Pero bueno, es el momento que estamos viviendo los del equipo y esperemos que no sea siempre así.

¿Por qué React? Saliendo un poco de lo típico… Bueno, por ‘reacción’. Tampoco nos lo pensamos mucho. De hecho su objetivo no era que fuera mundialmente famosa… a veces les pones nombres a las cosas como les pones nombre a tu perro. Tampoco fue muy trascendente la elección del nombre, llevó 1 minuto y fue una combinación muy obvia: reaction, table, reactable…

El mundo es muy grande ¿será que otro también inventó una Reactable y no le fue tan bien? Bueno, mesas interactivas hay desde hace unos años, incluso que hacen música… por ejemplo, en 2001 se presentó una tabla para mezclar que se llama Audiopad, hecha en el MediaLab del MIT de Boston. Esa es la muestra de que cualquier cosa que surge, tiene un pasado y unas influencias. Las nuestras vinieron de muchas partes, incluso del Audiopad, pero todos estos inventos van ligados al mundo científico y de la investigación y como suele ser un medio un poco cerrado, este tipo de información suele conocerse por diferentes medios: conferencias, artículos, etc. Así que no es que sea una cuestión de luchas, estas cosas suceden porque tienen que suceder y en lugares diferentes... lo que sí es cierto, es que hemos tenido más eco que las otras, incluso solo, por el mero hecho de que esta es más atractiva que las otras.

También que sea más bonita visualmente ¿no? La idea del diseño inicial tampoco fue hacerla para que fuera bonita, sino para que fuera útil: todo lo que se ve es información esencial para el que la está tocando. En este sentido, la Reactable es más parecida a la cabina de un avión que a un cuadro. El modelo está más enfocado a lo práctico que a lo artístico. Y fue con esta idea que la desarrollamos, ya que si vas a hacerlo, pues hazlo bien y hazlo bonito, no?
¿Y para este proceso no intervinieron comunicadores o diseñadores? No, en el equipo no hay diseñadores, de hecho, en el equipo somos cuatro y ninguno es diseñador. Lo curioso del caso, es que este año hemos ganado dos premios de diseño, pero ninguno es diseñador.

Y hablando de premios, ¿cómo fue el tema del Golden Nica en el festival ARS de Austria? El Golden Nica es un premio muy importante… es como el premio más importante, entonces después te preguntas ‘¿y ahora qué?’. Esto nos hizo mucha ilusión en su momento, el problema es que estos premios se comunican con mucha antelación y nosotros lo sabíamos cuatro ó cinco meses antes y no podíamos decir nada. Lo cierto es que cuando nos lo entregaron ahora en septiembre, nos seguía haciendo ilusión, pero ya lo habíamos digerido. Pero está claro que esto fue y es muy importante para nosotros.

Bueno y finalmente, el tema Björk y acá sí entramos de lleno en lo típico... Bueno, esto sí que lo hemos explicado varias veces, pero bueno, acá va una vez más. Lo de Björk fue una sorpresa. A ver, la primera presentación de la tabla la hicimos en septiembre de 2005 y en ese momento todo funcionaba ‘normal’, sin muchos altibajos. En noviembre de 2006 colgamos un par de videos en YouTube y ahí la cosa se disparó: empezamos a salir en revistas de Estados Unidos y para enero, ya teníamos miles de visitas. Pues una de esas visitas fue Michel Gondry, que le dijo a Björk que viera el proyecto. Ella nos escribió un mail, nos encontramos en París, un mes antes de su gira, vio la mesa, la estuvo probando en un par de horas y se la quiso llevar. El problema era que la tabla no estaba preparada para una gira, así que tuvimos tres semanas para ajustarla y adaptarla y fue muy bien. Y a partir de que ella la adquiriera, las cosas se dispararon aún más. De hecho, de momento, hay otros músicos que quieren la tabla, pero por ahora ahí les dejo eso.

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